Guirnalda larga con 10 bolas grandes de madera natural, de Grapat.
Favorece el desarrollo visual y de percepción de la profundidad.
Los niños lo miran y prueban a tocarlo, provocando así el balanceo del colgante y dándoles información sobre el espacio y las relaciones causa-efecto.
Es un elemento para primeras edades. En el despertar sensorial de los primeros meses los niños buscan comprender el por qué de las cosas, indagan y se preguntan sobre las características de los objetos: los miran, los tocan, los chupan, los huelen...
Además, las piezas Grapat favorecen el pensamiento creativo y divergente; son clásicas de la pedagogía Waldorf y fomentan horas de juego abierto e imaginativo.
Este sonajero debe estar en un lugar seco, y para su mantenimiento, se puede limpiar con un paño húmedo y secar inmediatamente.
No debe sumergirse en agua ni utilizar desinfectantes.
Edad recomendada: a partir de 0 meses.
Largo total: 1 metro.
Grapat es un proyecto materializado por una familia española a partir de dejar la ciudad para vivir en un entorno natural.
Su fuente de inspiración son sus hijos, cuya necesidad de jugar los lleva a jugar con una simple piedra.
Por ello, introdujeron en sus juegos objetos cotidianos, para hacer del momento del juego un momento sagrado, sin instrucciones de uso, tiempos o demasiadas normas que seguir.
La madera que utilizan en Grapat proviene de bosques sostenibles y es robusta, suave y dura; los tintes son base agua y no tóxicos; y los acabados están realizados con ceras y aceites de origen vegetal.
Además, colaboran con fundaciones que atienden a personas con dificultades psíquicas que les ayudan a desarrollar tareas de packaging.
Y contribuyen a la reducción de residuos en el planeta eliminando el 100% del uso de plástico de sus packaging.